Hoy, gracias a la alta oferta de alquiler de vehículos nuevos o con poco tiempo de uso, que se adaptan a todas las necesidades, no hay razón para quedarse varado. Incluso, al final del negocio, se puede dejar de ser cliente para convertirse en propietario.
Esto es posible a través de mecanismos como el leasing financiero, diseñado para personas o empresas interesadas en adquirir vehículo por la vía de la financiación, con la ventaja que al tiempo que pagan el alquiler mensual, van amortizando el capital y los intereses de la deuda.
De acuerdo con Felipe Noval Acevedo, director de Leasing en Asobancaria, el contrato se hace con una de las entidades financieras que ofrecen esta modalidad, la cual se encarga de los trámites relacionados con la compra del vehículo nuevo, ya sea en el país o, si es el caso, en el exterior. Una vez terminado el contrato de arrendamiento, que suele cubrir la mayor parte de la vida útil del vehículo (entre 3 y 5 años), surge para el cliente el derecho a ejercer la opción de compra, a un porcentaje previamente pactado, el cual puede ser del 1% al 10% del valor comercial del carro.
Así, por ejemplo, si se trata de una camioneta de $100 millones y el usuario pactó con el banco una opción de compra equivalente al 1% de su valor, al final le entregará a la entidad solo $1 millón, porque durante los cinco años del contrato fue reduciendo la deuda de los $99 millones restantes. Sin embargo, la compra no es camisa de fuerza, ya que, si al término de la negociación la persona cambia de opinión, puede devolver el vehículo o hacer un nuevo contrato.
Pese a que el banco es el dueño del vehículo, mientras el cliente lo use los gastos de impuesto, mantenimiento y multas correrán por su cuenta.
Otra opción que ofrecen los bancos es el arrendamiento o leasing operativo, en el que también el banco compra el vehículo y se lo alquila al cliente, pero es para personas o empresas que ya saben que no lo comprarán, por lo que no se pacta entre el usuario y la entidad esta opción, teniendo en cuenta que lo que requieren los clientes es utilizar el automotor y renovarlo periódicamente. Ejemplo de ello es una productora de gaseosas, que necesita 100 camiones para distribuir refrescos y tras 5 años de operaciones los puede devolver, dado que han rodado demasiado y la firma precisa de vehículos nuevos para continuar operando.
Bajo esta alternativa de arrendamiento operativo, el canon que se paga es la contrapartida por el derecho de uso y goce del vehículo, como en cualquier arrendamiento, por lo cual es considerablemente más bajo que el convenido en un leasing financiero.
Renting como una opción para tener vehículo
Es un arrendamiento operativo. La diferencia es que incluye un amplio paquete de beneficios para que el cliente no tenga que preocuparse casi que por ningún detalle, como pago de impuestos, seguros, mantenimiento y revisión tecnicomecánica.
Puede acordarse entre empresas o personas por periodos de entre 1 y 10 años. “Este servicio es atractivo para las empresas, pues les permite desentenderse de la administración de dichos activos, lo cual se constituye en una carga que distrae de los objetivos del negocio”, señaló Patricia Vélez, directora ejecutiva de Asorenting.
La vocera de esta entidad, que reúne compañías de renting y rental (alquiler a corto plazo), resaltó que se trata de un producto “interesante, porque evita que las compañías se endeuden y recurran a su capital para invertir en una flota de vehículos, que además va a terminar depreciándose, a lo que se suma el mantenimiento de la misma”.
En cuanto a precios, en el caso de un vehículo pequeño tipo Nissan March, el canon aproximado puede ser de $800.000 mensuales. Si se trata de un arrendamiento corporativo, “hay cánones de $2.200.000 para el caso de un camión de 3.5 toneladas (liviano) y de $ 4.000.000 mensuales si es mediano para distribución urbana”, afirmó Carlos Garcés, vicepresidente comercial de Renting Colombia.
Garcés, quien además gerencia la compañía Localiza Renta Car (corto plazo), enfatizó que los precios en el largo plazo dependen de factores como la actividad que realiza la empresa, el tiempo del contrato, el tipo de vehículo, si es para trabajar en zonas como minas, entre otros aspectos.
Fuente: https://www.pressreader.com/colombia/el-pais-de-cali/20201017/281990380003529
Un beneficio de estas modalidades de tener carro sin comprarlo está en que se ofrecen productos que se adaptan a las necesidades del cliente, o sea que los servicios pueden incluir la gasolina, según el acuerdo previo.