Quizás al hablar del renting de vehículos te imagines a un extranjero recogiendo su carro para disfrutar sus días de vacaciones en Colombia, pero esto ha cambiado.
El renting de vehículos llama la atención de personas y empresas, ya que según cifras de Asorenting, el arrendamiento de vehículos a largo plazo en el país, ya alcanzó 40.000 unidades en todos los segmentos; livianos, utilitarios y pesados; cuyo uso va más allá del turismo.
El renting de vehículos transforma la concepción del carro, de un bien a un servicio. Es así como las personas o empresas disfrutan de un vehículo con costos añadidos como los impuestos, el seguro, mantenimientos, entre otros, a cambio de un canon fijo mensual.
Una gran cantidad de beneficios están incluidos en el renting de vehículos, estas se pueden resumir en una: flexibilidad para las personas, y así no atarse a un compromiso de pago a largo plazo de un vehículo que va a tener una depreciación en su costo con el pasar de los años.
Además, frente a un panorama incierto y un contexto más cambiante que nunca, el pago de un canon fijo mensual, que incluye todos los gastos y una duración de contrato definida, ha hecho que el contrato de renting tenga motivos de sobra para ser considerado una alternativa de movilidad con garantías.
La directora ejecutiva de Asorenting, Patricia Vélez afirma que: “El renting es un tipo de servicio que tiene el potencial de impactar muchos sectores, desde el de hidrocarburos y explotación minera, hasta el sector productivo de consumo masivo. Cualquier sector industrial o de servicios que requiera equipos o vehículos, es un sector que lo puede aprovechar”
Para las empresas, el arrendamiento de vehículos también presenta grandes ventajas, puesto que proporciona seguridad en el gasto y la posibilidad de adecuar la dimensión de la flota a las necesidades del negocio.
Todo esto se debe a que el gasto que se ejecuta mensualmente, permite mayor liquidez en tesorería al tiempo que libera recursos financieros. También mejora el balance, ya que el renting se contabiliza como gasto y no como activo, y ofrece ventajas tributarias para las empresas.
Al finalizar el período contratado, el cliente puede optar por adquirir el vehículo o sustituirlo por otro nuevo que se adapte a sus nuevas necesidades.
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Referencias tomadas de La República.
